Los astrónomos que estudian el agujero negro supermasivo han averiguado recientemente que es mil millones de veces más masivo que el Sol y cien veces más masivo que Sagitario A*, el agujero negro supermasivo que hay en el centro de nuestra galaxia.
Los agujeros negros se cuentan entre los objetos más misteriosos del universo. Nada, ni siquiera la luz, puede escapar de un agujero negro, haciéndolo completamente invisible para los telescopios. Buscar un agujero negro es como jugar al escondite en la más absoluta oscuridad.
Aún así, los astrónomos han realizado un descubrimiento revolucionario: por primera vez, un equipo internacional de investigadores ha detectado gas caliente, revelando un agujero negro supermasivo de hace casi 13 mil millones de años. ¿Cómo encontraron los astrónomos este monstruo?
Debido a su inmensa gravedad, los agujeros negros pueden tragar la materia cercana, creando anillos de gas y polvo que giran a su alrededor. Algunos agujeros negros supermasivos pueden convertirse en cuásares - que están entre los objetos más brillantes del cosmos.
Los cuásares comen tanto que todo el polvo y gas que caen a los agujeros negros se calienta muchísimo y empieza a brillar, emitiendo luz por todo el espectro electromagnético. La mayor parte de la luz emitida, por ejemplo la luz visible y los rayos X, son bloqueados por gruesas capas de polvo cósmico y no pueden atravesar el disco de acreción que hay a su alrededor. Como resultado, estos agujeros negros monstruosos pueden permanecesr escondidos la mayor parte del tiempo.
Aquí hay un giro. A diferencia de la luz visible, las ondas de radio de los gases calientes no son bloqueadas con tanta facilidad por el polvo cósmico. "¡Lo sabemos! Somos muy buenas jugando al escondite con los agujeros negros", comentan las ondas de radio.
Gracias a las capacidades observacionales de ultra alta resolución del telescopio Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) , un equipo de astrónomos ha detectado luz en radio procedente de gas caliente y muy energético (monóxido de carbono) - una señal indicativa de que un monstruo masivo activo está agazapado en las cercanías delatando, por tanto, al agujero negro supermasivo situado a unos 13 mil millones de años luz.
Los astrónomos están entusiasmados ante la posibilidad de aplicar esta técnica para descubrir más agujeros negros supermasivos escondidos en el Universo temprano. ¿Mola, verdad?
Imagen: Ilustración inspirada por los datos de ALMA. Cuando se ve desde un lado, la luz visible y los rayos X son bloqueados por el disco, haciendo que el agujero negro supermasivo del centro quede escondido. Crédito: ALMA (ESO/NAOJ/NRAO), K. Tadaki et al.
Los astrónomos que estudian el agujero negro supermasivo han averiguado recientemente que es mil millones de veces más masivo que el Sol y cien veces más masivo que Sagitario A*, el agujero negro supermasivo que hay en el centro de nuestra galaxia.