¿Qué nos muestra esta ilustración? Te daré una pista: no es un dibujo de nuestro Sol.

La mayoría de la gente te dirá que el Sol es amarillo, pero si pudieras viajar al espacio y mirar a nuestra estrella sin quedarte ciego, verías que realmente es blanca. Eso es porque la luz del Sol incluye todos los colores del arco iris. Cuando están todos mezclados, estos colores forman el blanco. Nuestro Sol nos parece amarillo debido a la atmósfera de la Tierra (los gases que rodean nuestro planeta).

La luz azul rebota en partículas de la atmósfera de la Tierra, como polvo y el agua, y es dispersada en todas direcciones antes de alcanzar nuestros ojos. La luz roja es menos fácil de dispersar y puede viajar a través de la atmósfera hasta nuestros ojos. Esto hace que veamos el sol más rojo de lo que es realmente.

Sin embargo, hay estrellas amarillas ahí afuera (¡y también azules!). Este dibujo es la ilustración hecha por un artista de una de las estrellas más raras y asombrosas del Universo - una hipergigante amarilla. Puedes también ver una pequeña estrella compañera a la derecha.

Sólo hay una docena o así de hipergigantes amarillas conocidas en nuestra galaxia. Para los astrónomos, encontrar una de estas estrellas gigantescas es como cazar la snitch dorada para Harry Potter. Y ésta es la mayor que se ha visto nunca. Si esta estrella tuviera el tamaño del London Eye, usando la misma escala, ¡nuestro Sol tendría el tamaño de una naranja!

Pero la estrella no siempre ha sido tan grande como lo es hoy en día; durante los últimos 40 años se ha estado expandiendo rápidamente.

Hace años, la estrella estaba consumiendo combustible de hidrógeno - como hace nuestro Sol - y era mucho más pequeña. Pero se le agotó este combustible, lo que hizo que se hinchara como una enorme estrella roja (llamada supergigante), antes de perder su capa más exterior, convirtiéndose en una hipergigante amarilla mucho más brillante.

Hoy en día, esta estrella brilla un millón de veces más que nuestro Sol y, a pesar de su enorme distancia a la Tierra, ¡esta hipergigante amarilla puede justo verse a simple vista!

Traducciones de Amelia Ortiz-Gil/Observatorio Astronomico-Universidad de Valencia, y Breezy Ocaña/