Si arrojas una botella de plástico al cubo de la basura hoy, esa botella acabará en un vertedero o flotará en el océano, durante cientos de años. Nadie sabe cómo será la Tierra dentro de cientos de años. ¡Pero sabemos que una botella de plástico todavía será una botella de plástico!

¿Qué podemos hacer para que esto no ocurra? ¡Podemos seguir el ejemplo del Universo y reciclar! Muy al principio, antes de que existieran el Sol, la Tierra y el resto de nuestro Sistema Solar, las primeras estrellas empezaron a quemar gas de hidrógeno y a crear helio. Después quemaron helio para crear carbono y oxígeno y otros elementos químicos.

Como los humanos, las estrellas nacen, viven y acaban muriendo. Tanto si mueren en dramáticas explosiones de supernova o perdiendo el control de sus capas exteriores, los elementos químicos recién creados en sus barrigas son arrojados al espacio.

La fotografía espacial de arriba muestra una gigantesca región de espacio llamada nebulosa. Durante millones de años han nacido estrellas nuevas a partir de gas de esta nebulosa. Y durante millones de años estas estrellas han muerto y devuelto el gas a la nebulosa de modo que el ciclo pudiera empezar de nuevo.

Sin este reciclaje cósmico, el Sol y los planetas de nuestro Sistema Solar no existirían. Reciclar ha jugado un papel importante en ayudar a que la vida apareciera en la Tierra. Y si queremos que la vida continúe floreciendo en nuestro planeta, tenemos que hacer que el reciclaje juegue también un papel importante en nuestras vidas diarias.

Traducciones de Amelia Ortiz-Gil/Observatorio Astronomico-Universidad de Valencia, y Breezy Ocaña/