Por primera vez, lo astrónomos han observado una estrella que, como si fuera un dragón gigante, arroja unas cantidades masivas de gas llameante. La EK Draconis, una estrella con un tamaño parecido al Sol, pero mucho más joven, produjo lo que los científicos llaman una erupción del filamento supermasivo.

Esto indica que probablemente nuestro Sol, cuando era joven, también escupía enormes cantidades de este plasma, lo cual hizo que el entorno de los planetas cercanos a él, como la Tierra, fuera un lugar sumamente caliente. Este gas es tan ardiente que los átomos en él se deshacen en iones y electrones.

El equipo de astrónomos pudo ver que la erupción de EK Draconis fue realmente grande – unas diez veces más masiva que lo que jamás hemos observado en el Sol. Y no solamente es masiva, sino también rápida, unos 500 kilómetros por segundo, ¡lo cual es casi 1500 veces más rápido que la velocidad del sonido!

Ek Draconis se encuentra a una distancia de 111 años luz en la constelación de Draco y, si en verdad es una estrella parecida al Sol, las erupciones súper masivas podrían ser muy comunes en las estrellas jóvenes, en cuyo caso estas erupciones o ráfagas podrían influir en la evolución de la vida en los planetas cercanos. Los científicos aún tienen que descubrir los detalles sobre cómo esto pudo influir en la evolución de la vida en la Tierra.

Imagen: Impresión artística de una erupción del plasma supermasiva en EK Dracons acercandose a los planetas infantiles.

Traducido por Primož Kajdič, Departamento de Ciencias Espaciales, Instituto de Geofísica, Universidad Nacional Autónoma de México