Si pudiésemos viajar a este planeta gigante, podríamos ver un mundo todavía brillando con el calor sobrante de su formación. Su color es magenta, como oscuras flores de cerezo.
A fecha de julio de 2013, más de 800 planetas alienígenas habían sido encontrados en órbita alrededor de estrellas lejanas. La mayoría de estos planetas son lo que llamamos "jupíteres calientes". Se trata de enormes planetas gaseosos que viven muy cerca de sus estrellas progenitoras. No te gustaría volar por la galaxia para convertir a uno de estos gigantes en tu nueva casa: ¡las abrasadoras temperaturas alcanzan hasta los miles de grados en sus superficies!
Pero no desesperes, ¡esto no significa que nuestra búsqueda de vida alienígena y de nuevos destinos exóticos para las vacaciones haya acabado! La razón de que se haya encontrado tantos sofocantes mundos alienígenas gigantes es que son muy fáciles de descubrir, al menos en comparación con sus hermanos rocosos más pequeños.
Los planetas que están fuera de nuestro Sistema Solar se llaman exoplanetas, y son extremadamente difíciles de fotografiar. Es como intentar tomar una foto de una luciérnaga a contraluz de un faro lejano. Así que se ha desarrollado una serie de trucos inteligentes para detectar estos planetas débiles sin tener que verlos directamente. Pero ahora, los astrónomos de Japón han conseguido fotografiar un nuevo planeta, ¡el planeta menos masivo jamás captado directamente por una cámara! En tamaño, es unas tres veces tan grande como Júpiter, el mayor planeta de nuestro Sistema Solar.
Este nuevo mundo está en órbita más lejos de su estrella que Plutón lo está de nuestro Sol. Esto significa que no podría haber sido detectado usando ninguna otra técnica, dado que todas estas técnicas necesitan que un planeta complete su órbita al menos una vez alrededor de su estrella progenitora. Y eso supone una larga espera si el planeta está tan lejos de su estrella como lo estamos nosotros del Sol, ¡y no digamos Plutón! Sólo tomando una fotografía directamente podrían encontrar un planeta a esta distancia de su estrella.
Si pudiésemos viajar a este planeta gigante, podríamos ver un mundo todavía brillando con el calor sobrante de su formación. Su color es magenta, como oscuras flores de cerezo.