La estrella nodriza del interior de la nebulosa planetaria es ahora lo que llamamos una enana blanca y lo seguirá siendo durante decenas de miles de millones de años, ¡esto es más tiempo del que ha existido el Universo!
Una famosa historia griega cuenta el cuento de un bella joven de cabellos dorados llamada Medusa. Medusa era vana y egoísta, lo que al final le acarreó problemas con la poderosa diosa Atenea. Como castigo por su mal comportamiento, Atenea convirtió cada uno de los hermosos rizos de pelo dorados de Medusa en serpientes venenosas.
¿Te estás preguntando qué tiene que ver este cuento con la astronomía? Bueno, la nube de gas y polvo cósmicos de esta imagen se llama Nebulosa de Medusa porque los astrónomos piensan que las humeantes cortinas de gas parecen las serpientes de la cabeza de Medusa. ¿Qué opinas?
Los parecidos entre estas dos historias no acaban aquí. El gas de esta nube cósmica se encontraba en el pasado en el interior de una hermosa estrella dorada, parecida a nuestro Sol. Pero, como los rizos dorados de Medusa, la estrella no permaneció así.
A medida que envejecía también se hacía más grande. Durante millones de años la estrella aumentó de tamaño hasta que al final creció tanto que el gas más alejado del centro se escapó. Este material se perdió por el espacio, donde floreció con la colorida forma que vemos en esta imagen. Llamamos a estas nubes nebulosas planetarias.
Durante decenas de miles de años esta nebulosa planetaria rodeará los restos de su estrella nodriza. Pero esta fase supone sólo una pequeña parte de la vida total de la estrella. Al igual que el tiempo que tardas en formar una pompa de jabón y verla alejarse flotando es un instante breve comparado con tu vida entera.
La estrella nodriza del interior de la nebulosa planetaria es ahora lo que llamamos una enana blanca y lo seguirá siendo durante decenas de miles de millones de años, ¡esto es más tiempo del que ha existido el Universo!